martes, 12 de marzo de 2013

5 enemigos para tu piel

fumar 5 enemigos para tu pielEl sol, el tabaco, o el estrés… son algunos de los enemigos que atacan nuestra piel cuando está baja de defensas y cuando no la protegemos. Existen muchos factores externos que influyen en la calidad de nuestra piel, y que aceleran su envejecimiento. Por eso, es importante plantarle cara a estos enemigos para poner remedio a tiempo, porque muchos de ellos se pueden eliminar para mantener la piel joven durante mucho más tiempo.
¿Cuáles son éstos enemigos?
El sol, por todas son conocidos los efectos negativos que nos produce, aunque nos encanta tomar el sol y disfrutar de un rayito de sol cuando entra por la ventana, pero también debemos tener claro que es uno de los principales enemigos de nuestra piel cuando nos exponemos ante él en exceso y sin protección. En nuestra piel puede causar efectos como la pérdida de elasticidad, la firmeza, la luminosidad, arrugas o manchas. No te olvides nunca de llevar protección solar sea la estación del año que sea.
El tabaco- yo lo odio, no solo porque perjudica nuestro cutis, sino porque la piel de una fumadora tiende a deshidratarse mucho más que otra persona que no fuma, así como una deficiencia crónica de vitaminas y minerales  que como consecuencia nos da una piel apagada, castigada y con falta de vida. Cada cigarrillo supone una triple agresión contra la piel: genera radicales libres, disminuye el aporte de oxígeno a las células y provoca arrugas en esta parte del labio superior que tanto odiamos: El código de barras.
La alimentación es clave porque todo lo que comemos se refleja en nuestra piel. Comer de forma desequilibrada multiplican la cantidad de radicales libres que hacen que nuestra microcirculación se obstruya. Para conseguir una piel joven y cuidada no hay nada mejor que una buena dosis de vitaminas y una dieta rica en frutas y verduras. Además tenemos que tener mucho cuidado con el alcohol. Tomar un poco de vino en las comidas, no daña nuestra piel, pero si tomas alcohol a diario, puedes provocar deshidratación de la piel y flacidez de la misma.
La contaminación, es sin duda un mal aliado. El humo que desprenden los tubos de escape de los coches y todas las partículas contaminantes de nuestro alrededor, aceleran la producción de los radicales libres que son los culpables del envejecimiento de la piel.
El estrés, aunque creas que no, afecta a nuestra piel. La cara es nuestro espejo de cómo nos sentimos, y e que si estamos estresados, nuestra piel se queda mucho más apagada. Además si a ésto le añadimos el dormir poco, acrecentamos que la piel envejezca más rápidamente.

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